Recuerdas con qué intención surgió llamar/te/me/nos bichobola?
Era
por hacernos pequeños, del tamaño de una bolita de pan,de una perla de
anis, y colarnos en el bolsillo del otro, para no dejarnos nunca pero
sin interferir en los quehaceres diarios.
Para ser testigos de una
historia que nos comtempla aunque no hable de nosotros, para ser sin
estar, o estar sin ser.
Es por eso que casi sin esfuerzo, o muy al
contrario, porque nos cuesta la vida encajarnos, hemos conseguido ser
bichobolas el uno para el otro. De modo que una llega a pensar que en el
bolsillo interior de la chaqueta, calentito y escondido, silencioso y
cadente, habita un pedacito de tu esencia que observa y guarda todo
aquello que sucede de chaqueta para adentro, de chaqueta para afuera.
Amar, eso se nos da bien. Convivir, enamorarse cada dia mas, que elijas
mandarinas, habiendo mango. Que digas que sí cada vez que te pido
casorio, eso es lo que estamos logrando cada dia un poco mas.
La
eternidad es, al fin, la suma de todos los dias.
Te lucho, todo lo que se hacer.
Te admiro, todo lo que puedo intuir.
Te cuido, todo lo que puedo aprender.
Te apoyo, todo lo que puedo confiar.
Te tengo fe, todo lo que se creer.
Te amo. Tan grande como sepamos imaginar o soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario