Desde esta mañana me he encontrado un atasco de horas
que no avanzaban, y temía ser arrollada por el caudal de ideas
que se me adelantaban por los huecos que formaba mi figura
a la sombra de un sol que acababa de despertar.
Encorajinada, he querido mascar la prisa, para dilatar la idea
del hoy.
Imposible.
Se regirá por la misma franja horaria?
Vera las mismas lunas que yo veo?
No hay nada que sepa del que se me antoja un fantasma de ti.
Así que tras tanta lucha y duelo, con esa aleación de ganas
y desconocimiento, solo se me ocurría batallar en tierra de nadie,
en montañas de hormigón o en aguas internacionales, que aún
no sé si los mares del sur, o en el río que señala tu casa.
Lo único que sé, a priori, es que será una pugna cuerpo a cuerpo,
con armisticios y ententes, con banderas,
abanderados y pendones, y que no habrá perdedores o ganadores,
pero si alguna baja, y mucha batalla que narrar.
Hola, es el enemigo?
Qué bueno! Por fin te has decidido...te guardo en mis favoritos, ya sabes:)
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