Darle la vuelta al tiempo, hacerlo reversible a nuestro antojo, y que parezca distinto aunque sea lo mismo, en el limbo de una hora bruja que no se deja catalogar como ayer, o mañana…para que lo que digamos no conste en acta, como esos vuelos que coge uno de vez en cuando, para que le quiten horas de su vida por viajar a favor o en contra de un sol despiadado, que no da tregua y no perdona…
Porque en esa hora en que uno no sabe si decir ahora o después, el tiempo parece detenerse, y formar parte de un sueño, que pretende ser real, y no sabe nunca si lo ha sido.
Me parece una buena idea, mezclar nuestros cuentos en un momento en que el día ya no es día, y la noche deja de serlo para madrugar…
No garantizo tratarte como a un amigo, tampoco avalo mi postura de buena acompañante, y ni siquiera sé si te diré un “hola” creo que tampoco te reconoceré, así que llevaré mi venda de terciopelo…simplemente tómame de la mano, por mi meñique, o mi anular (en ambos me debes un beso) y guíame, o deja que te guíe, sin mas…y cuando veas que mis ojos se abren, mucho más de lo normal, para dar crédito a aquello que me acaece…bésame.
No garantizo tratarte como a un amigo, tampoco avalo mi postura de buena acompañante, y ni siquiera sé si te diré un “hola” creo que tampoco te reconoceré, así que llevaré mi venda de terciopelo…simplemente tómame de la mano, por mi meñique, o mi anular (en ambos me debes un beso) y guíame, o deja que te guíe, sin mas…y cuando veas que mis ojos se abren, mucho más de lo normal, para dar crédito a aquello que me acaece…bésame.
No hay comentarios:
Publicar un comentario